Hace poco tiempo, compartí con unos amigos y salió
la pregunta obligada cuando el año está culminando, ¿Cuál es el balance del
año?, se habló de muchas cosas fui casi la última en hablar porque me la tuve
que pensar y salieron 3 palabras: Aprendizaje, Estabilidad y Culminación.
El aprendizaje
es algo que todo ser humano experimenta a diario, es lo que te queda después
de tomar la decisión de vivir y arriesgarte, de no escuchar consejos, de seguir
tu corazón, de discernir, de afrontar retos, de ser libre. Últimamente he
aprendido muchas cosas, a tener paciencia, escuchar a la gente, intentar no
juzgar, dar y saber que con Dios no hay tope, discutir sanamente, disfrutar de
los sencillo, apreciar el tiempo, reconocer una equivocación, comprender el
sacrificio de otros, entender el porqué de las actitudes de la gente, que Dios
nunca parpadea, la bondad en una acción.
La estabilidad
es algo que no me había acompañado en los últimos 5 años, vivir viajando, mudarme,
cambiar de empleo, cambiar de lugares, costumbres, comida, amigos, era como
vivir en una montaña rusa de emociones. Este año agradezco tener la estabilidad
que había pedido, que había buscado, el no recordar donde están las maletas ha
sido algo que necesitaba experimentar, valorar lo estático, porque después de
tanto movimiento, a veces un respiro es bueno para evaluar, reestructurar, redirigir,
visualizar, aprender, aunque espero que solo sea un momento de respiro porque
como dice Jorge Drexler “Si quieres que algo se muera, déjalo quieto”.
Culminar etapas, después de tanto ir y
venir, de llevar y traer, de buscar y encontrar, llega el momento de cerrar
ciclos, de cumplir metas, de soltar, la vida te va enseñando y solo te das
cuenta con un respiro que le das a la rutina, y te van quedando menos
asignaturas pendientes de cuando joven y te vas planteando otros desafíos,
otras búsquedas, otros sueños.
Mi balance de este año, es que no cambiaría
nada, aun cuando, no logre cumplir con todo lo planificado, pero sé que gracias
a Dios siempre tendré otro año, para plantearme nuevos retos, para cumplir
nuevos sueños, para seguir aprendiendo. Pude ver en Vivo a Andrés Suarez, Pedro
Aznar, Fito Paez, Pablo Milanes, Jarabe de Palo, Jorge Drexler y Franco de Vita, conocí
nuevos sitios, cumplí todo lo que quise hacer excepto el iniciar un proyecto, queda
como asignatura pendiente. Que esperar del año que viene: consolidación,
cambios para mejor, seguir luchando por los planes, aprender a reconocer lo importante
y seguir soltando.
Pensé escribir algo para aconsejar a mi pasado
de como vivir el presente sin pensar tanto en lo urgente.
No vivas con ideas preestablecidas, no fuerces
las cosas, has siempre lo que te haga feliz, busca a Dios en los lugares menos
convenientes, llora delante de la gente, tira el orgullo en aquella fogata
ardiente, habla acerca de lo que sientes, escribe a toda hora pero nunca
palabras hirientes.
Siempre se consciente de tus actos, rodéate de
gente buena, no hay épocas malas solo momentos de aprendizaje, ponte en los
zapatos del otro, no existe una única verdad solo existe muchos puntos de
vista, es mentira que el primer amor es el más grande, el dolor con el tiempo
no se olvida pero se alivia, no te apresures, disfruta el camino, grítale al
mundo como ha sido el recorrido de tu vida.
Usa colores, goza el deprimirte por un rato, la
felicidad es un estado de paz, conéctate con tu interior, desconéctate del
exterior, no le temas al fracaso, no te quedes con el que pudo ser, arriésgate por
lo que quieres, no pienses tanto, actúa y vive con un propósito de vida, no
juzgues a nadie, siempre da lo que te falta nunca lo que te sobra, pide ayuda
nadie sabe por lo que estás pasando, ofrece tu ayuda no esperes a que te lo
pidan, perdónate todos los días hasta los domingos.
No tengas miedo y hazlo, siempre hay alguien
que te cuida, deja a Dios ser Dios, suelta la carga, nunca te quedes con las
ganas, vive el día a día como si no hubiese mañana, no seas tan callada, búrlate
de tus metida de patas, acuérdate que el amor es ayudar en el crecimiento del
otro, es hacerle camino, aunque ese camino no te incluya.
Últimamente he sentido ganas nuevamente de
escribir, hace semanas vengo escuchando la última producción de Jarabe de Palo “50
palos” y ha sido como un vaivén de emociones, que comenzó desde una sutil
depresión hasta convertirse en una gran felicidad, no he sido gran fan del
grupo, debo admitirlo, en muchas reuniones colocaban canciones emblemáticas de
la banda, siempre creí que tenían un optimismo y una forma de contar las
historias que me enganchaban, pero no me llego a fascinar. Hoy después de dos décadas
me declaro enamorada de esas letras, que logran transportarme a muchas épocas de
mi vida, algunas felices otras no tanto, pero siempre guardando ese sentido de
humanidad, incluso empecé a escuchar otras canciones no incluidas en el disco,
como es el caso de “frío”, que considero hubiese sido la cereza del pastel,
pero ese ya es otro tema.
He escuchado varias entrevista de Pau Dones y
siempre me queda ese nudo en la garganta y esos ojos humedecidos como cuando él
describe ese sabor que le quedó al escribir “humo”. ¿Por qué me identifico tanto?, tal vez por lo luchador, por la
sensibilidad que tiene al decir hoy no soy yo, por tener un pasado que le ha
permitido vivir la vida con ganas, por no tener fe pero terminar viendo a Dios
en cada cosa que escribe, porque de no decir nada paso a decirlo todo con tanta
consciencia, sin tabu, sin victimizarse, siempre con los pies en la tierra.
La vida te deja aprendizajes de momentos buenos
y malos, de personas que te muestran la vida, a veces de diferente forma, que
te hace discernir y tener una sensibilidad que no entiendes, una empatía hacia
tu hermano (aunque no sea de sangre), te da una definición más amplia de
aquello que siempre resumiste, y te encuentras en un estado que no es de alegría
plena ni de tristeza excesiva, solo te permite llegar a sentir para que puedas
recibir todo ese amor que viene de afuera y que por muchas razones no dejabas
entrar.
50 palos es un viaje hacia el pasado, que hace
que te conectes con todo lo que eres, para poder disfrutar de las cosas
maravillosas que siempre han estado allí pero tenías miedo de reconocer y otras
tantas cosas de las que debes desprenderte para poder continuar el camino. 50 palos es un disco recopilatorio con 21 canciones de discos anteriores mas una canción inédita en formato acústico (o como dice Pau en el formato como fueron concebidas).
He estado alejada un poco de todo, por
distintas razones o tal vez siempre por la misma, como si faltara tiempo para
poder hacer todo lo que quieres y el tiempo que tienes lo inviertes haciendo
actividades que no llenan, que no disfrutas. Hoy caminando en esas calles
conocidas, las mismas del día a día, esas que tienen una enorme casa rosada,
pensé en un libro que vi en la foto de algún contacto, se llama “Dios nunca
parpadea” escrito por Regina Brett, son 50 lecciones de vida y quise escribir
algo de cada una de las lecciones que vaya leyendo para recordar que me queda
del libro y listar que lecciones ya están aprendidas y cuáles son las
pendientes, no sé qué va a salir de esto, tal vez tratar de encontrarme un poco
en estas cosas que escribo en cada una de las lecciones analizadas. Como son 50
lecciones tratare de dividirlo en 10 post, 5 lecciones por post, esto es un
experimento, vamos a ver como sale.
1.- La vida no es justa, pero de todas maneras
es buena
Creo que a la mayoría de las personas les ha
tocado vivir etapas difíciles, a veces con optimismos y otras veces no tanto, en
la lección se plantea una frase un tanto pegajosa, pensé haberla leído en
alguna portada de un libro o escuchado de algún amigo muy optimista, incluso
recuerdo haberlo dicho en algún momento de la vida tanto para mi como para
alguna persona que estaba pasando por momentos no deseados “La vida es buena”.
Soy de las que pienso que la justicia se creo para no verla y no sentirla a
diario, creo que todo lo que pasa en tu vida, bueno o malo, es para dejarte
alguna enseñanza, es para que puedas ir superando los obstáculos que se te
presentan, para que puedas tener la convicción de que todo pasa por algo.
La vida es buena porque como ser humano siempre
buscas ver ese vaso medio lleno, porque todos los días te planteas ayudar a los
demás y sentirte bien contigo mismo, porque das y recibes amor, porque nunca
estas sola, porque tienes fe, porque simplemente Dios te regala un día más de
vida.
En este punto tal vez deba plantear una
anécdota, cuando tenía 15 años mi padre intento suicidarse, a esa edad me costó
asimilar la situación, no entendía nada, pensé en muchas cosas como que no me
quería, lo internalice mucho, me quede mucho tiempo pensando en mi dolor,
cuando realmente debí comprender que era el dolor o la enfermedad de otro, que
debía ser un apoyo y no una víctima, ya no me culpo solo era una niña asustada,
llena de rencor y muy callada y aunque ese momento quisiera borrarlo de mi
vida, fue algo que forjo mi espíritu, nunca volví a ser la misma persona que
era antes y tal vez de eso se trate los momentos que te marcan, que se
convierten en un antes y un después, que debes tomar lo bueno para poder lograr
ser una mejor persona y darte cuenta a la final que debes buscarle lo bueno a
todo lo que pasa en tu vida.
2.- Puedes enojarte con Dios. Él lo resiste
En muchas etapas de mi vida he sentido que Dios
no esta conmigo, que me ha dejado sola, que tal vez este enojado por cosas que
hago. Me he molestado mucho cuando ocurren situaciones que no comprendo, cuando
mi familia y amigos pasan por momentos difíciles, cuando llega la muerte y la
enfermedad.
Últimamente he reflexionado mucho con respecto
a Dios, lo he buscado y lo he encontrado en tres oportunidades, cada día
aprendo y me asombra su forma de actuar, ya dejo a Dios ser Dios, ya tengo la
certeza de que nunca me abandonará que siempre estará conmigo a pesar de lo que
haga, que él me hace instrumento de su obra, dirige mi vida y me cuida. Todo el
mundo debería tener una experiencia con Dios.
Dios se me ha presentado en forma de luz, me ha
dado lo que he necesitado toda mi vida y sé que en todos los momentos que vivo
está acompañándome y guiándome hacia el mejor camino.
La autora narra un punto de quiebre donde
descarga la ira para luego conseguir paz, tuve una experiencia parecida,
recuerdo que un día bebí mucho, estaba conversando con una amiga de todo lo que
paso y pasaba en mi vida, son de esas conversaciones que con ningún terapeuta puedes
tener, una conversación tan trasparente que solo el que tiene verdaderos amigos
entiende lo que digo. Luego solo recuerdo que llegue a mi cuarto y dormí, a la
mañana siguiente justo con despertarme empecé a llorar como una niña
desconsolada, hasta el sol de hoy recuerdo esa mañana, le escribí a mi hermana
y le dije que no entendía porque después de todo lo que paso con mi padre, el
asunto se había convertido en un tabú, nadie hablaba de eso, a veces sentía que
había sido una pesadilla que nunca fue real, sabíamos que mi padre había mejorado
ya estaba bien, ¿pero y nosotros? ¿Qué pasaba con el resto de la familia? Después
de esa conversación con mi hermana todo fluyo, yo deje de ser esa chica
reservada, esa chica callada que no permitía que nadie entrara, empecé a ser la
persona que siempre había querido ser.
3.- El paso del tiempo cura todo. Dale tiempo
al tiempo
En este punto quisiera hablar del dolor y como
el tiempo lo sana. Creo que todos en algún momento hemos sufrido por amor, se
nos ha muerto un ser querido, nos han dañado de muchas formas, nos han hecho
sentir culpables, pasar rabias, sentir dolor, estar con mucho odio en el
corazón y solo cuando el tiempo pasa nos damos cuenta que aquella mala palabra,
aquel mal gesto, aquella incomprensión, mal sentimiento, ese grito que retumbo
tus oídos no deben estar más en tu corazón, no debes culparte ni pensar que
alguna acción tuya pueda provocar odio en los demás, todo el mundo cada día
debe responsabilizarse por sus acciones y tú, muy personalmente, debes intentar
cada día ser mejor persona. Antes mi vida estaba llena de venganza, vivía
pidiendo que todo en esta vida se regresará de igual forma, que si alguien le
gritaba a una persona, en algún momento de su vida se le iba a regresar, pero
eso no me hacía ser mejor persona y cuando me di cuenta que no es lo que me
define, de ahora en adelante solo pido amor, entendimiento y paciencia a todas
esas personas que le hacen daño a los demás.
En este punto seré muy general, en algún momento
alguien me grito y me hirió de muchas maneras, aunque son cosas que no se borran
de la memoria muchas veces, el tiempo hace que los perdone y hoy solo le pido a
Dios mucho amor para esas personas.
4.- Cuando te sientas vacilante, solo da el
siguiente paso
Tenía un jefe que decía un peo a la vez es una
expresión que se utiliza para decir que debemos solucionar un problema a la
vez. Creo que esa frase la transforme en un día a la vez.
Hace poco mas de un año tome la decisión de
irme de mi país y creo que fue la decisión mas grande que he tomado hasta este
momento, muchas cosas cambiaron, esto ha sido un antes y un después y creo que
a este punto llegue por pequeños pasos que he dado, sintiendo mucho miedo por
todo, ¿cómo lo llaman? ¿panofobia?, me daba miedo el clima, el estar lejos de
mi familia, no conseguir trabajo, enfermarme, vivir en pareja, tantas cosas,
pero creo que son miedos que nos acompañan no importa en donde estés y que
debes soltar para descubrir que te hace feliz.
De pequeña siempre me gustó la poesía, incluso
llegue a creer en la reencarnación y creí que en la otra vida había sido Jose
Angel Buesa un poeta cubano, cuando llegue a la universidad solo quería ser un
híbrido entre mi padre y mi madre y a la final me gradúe de ingeniera química,
tal vez leyendo esta lección desempolvaré un poco mi pasado y solo daré el
siguiente paso.
5.- La vida es demasiado corta para perder el
tiempo odiando
Quien no ha pasado por malos comentarios, que
un externo hable mal de ti o simplemente que alguien te grite o te haga sentir
mal por criticas destructivas. Creo que realmente el arte de perdonar y las
buenas prácticas de rezar por aquellas personas que nos han herido y nos han
hecho tanto mal es una liberación enorme. Yo era de esas personas rencorosas
con ansias de justicia, queriendo que todo el mundo recibiera lo que merecía,
me resultaba muy agotador y casi nunca obtenía la paz que necesitaba. Un día me
di cuenta que ese no era el camino y no ha sido fácil cambiar esa forma de ser,
cuando recaigo le pido a Dios entendimiento y que me de las fuerza para dejar atrás
cualquier resentimiento que no me deja vivir, me di cuenta que los cambios no
son tan instantáneos que siempre hay una curva de aprendizaje pero creo que el secreto
es intentarlo una y otra vez.
Después de
5 años del ultimo post de propósito de año nuevo, me consigo queriendo escribir
de algo, no de algo concreto, ni tampoco de todo, pero si de lo que ha pasado
por acá en este tiempo.
Últimamente
la vida se ha tornado un poco rápida, los sentimientos se han intensificado,
han surgido más preguntas que respuestas, la dinámica de la vida se va tornando
en varias historias que no se terminan de desarrollar, en pequeños cuentos con
personajes distintos, narrando las complejidades de sentimientos, como creando
un poema sin versos.
Si me toca
explicar este año, no tendría por dónde empezar, una mezcla de certezas e
incertidumbres que me trajeron hasta este punto de la vida, definiendo un
espacio que no es mío, pero que quisiera vivirla con esa persona que me ha
acompañado en estos últimos viajes.
El año que
paso me toco culminar etapas, iniciar proyectos de vida, dejar ir sentimientos
que me estancaban, buscar la mejor forma de vivir, eliminar los paradigmas de
mi vida, encontrarme nuevamente y aprender a desaprender.
¿Que
esperar de este año? Quisiera experimentar al límite los sentimientos de
bondad, entrega y amor, arrancar un proyecto, viajar, estabilizarme, confiar,
dejar ser, seguir conociendo, apreciar los cambios, redefinirme.
Termino el
post con una frase que me ha acompañado en este proceso y es que en la vida a
veces uno como ser humano quiere abarcar todo, pero debemos saber cuándo “Dejar
a Dios, ser Dios”.