Después de
5 años del ultimo post de propósito de año nuevo, me consigo queriendo escribir
de algo, no de algo concreto, ni tampoco de todo, pero si de lo que ha pasado
por acá en este tiempo.
Últimamente
la vida se ha tornado un poco rápida, los sentimientos se han intensificado,
han surgido más preguntas que respuestas, la dinámica de la vida se va tornando
en varias historias que no se terminan de desarrollar, en pequeños cuentos con
personajes distintos, narrando las complejidades de sentimientos, como creando
un poema sin versos.
Si me toca
explicar este año, no tendría por dónde empezar, una mezcla de certezas e
incertidumbres que me trajeron hasta este punto de la vida, definiendo un
espacio que no es mío, pero que quisiera vivirla con esa persona que me ha
acompañado en estos últimos viajes.
El año que
paso me toco culminar etapas, iniciar proyectos de vida, dejar ir sentimientos
que me estancaban, buscar la mejor forma de vivir, eliminar los paradigmas de
mi vida, encontrarme nuevamente y aprender a desaprender.
¿Que
esperar de este año? Quisiera experimentar al límite los sentimientos de
bondad, entrega y amor, arrancar un proyecto, viajar, estabilizarme, confiar,
dejar ser, seguir conociendo, apreciar los cambios, redefinirme.
Termino el
post con una frase que me ha acompañado en este proceso y es que en la vida a
veces uno como ser humano quiere abarcar todo, pero debemos saber cuándo “Dejar
a Dios, ser Dios”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario