Últimamente he estado pensando en muchas cosas, en como una educación, una
sociedad, hasta una cultura nos condiciona a pensar, armar argumentos y establecer ideologías que van más allá de cualquier entendimiento posible y con
esto hago una pausa y no pretendo que piensen que soy de esas personas que se
condicionan con sus creencias y que tienen la verdad absoluta en sus manos,
para nada, solo que a veces me escucho en otras personas, esa patricia de hace
10 años que estaba condicionada. El mundo ha evolucionado, tanto para bien como
para mal, pero en esta publicación solo mencionare los puntos que más pasión
generan en mí y quisiera compartir.
Cuando hablamos de feminismo, hay un grupo de mujeres y hombres que ya
tienen su definición en la mente, catalogando a todas las mujeres feministas
como feminazis, axilas peludas o lesbianas (como si estos dos últimos términos
fueran descalificativos) y otros más, aunque menciono estas tres porque me he
topado con gente cercana que manejan estas definiciones y parto de la
conclusión que es gente que tiene miedo. Hay dos hechos demostrables y es que no
TODOS los hombres son malos, ni TODAS las mujeres son buenas, partiendo de esto
creo que tenemos que unirnos para cambiar esas ideas que nos han condicionado
toda la vida.
1.- No quitar de foco a lo que realmente está mal, para ir a señalar a otro lado, desviando la atención de lo que realmente importa y en este punto tanto hombres y mujeres apuntan a estas frases: es que mira cómo iba vestida, es que acepto el trabajo, es que andaba en la calle a altas horas de la noche, nunca lo denuncio y lo denuncia ahora, es que tenía mal carácter, es que no era virgen, es que le compraba drogas, es que bebió demasiado… Todas estas afirmaciones ya no deben estar en nuestro vocabulario, en nuestras ideas y menos asociarlas cuando hablamos de violación, asesinato o acoso, ya son señalamientos que quedaron en el pasado y con esto no debemos validar que si antes pensábamos así estaba bien porque la época avalaba ese tipo de ideas, por el contrario, debemos entender que estaba mal y ahora en estos momentos que vivimos, que soltamos las etiquetas, que hemos asimilado bastante conocimiento, tenemos la capacidad de discernir en que aportar como sociedad, que las denuncias y el hecho de que las personas puedan hablar en cualquier momento de su vida está bien, que nunca es tarde y que solamente implica que esa persona pudo superar y soltar muchas cosas para poder explicar cómo se sentía o cómo se siente, no invalidar o satanizar cualquier tipo de comentarios o acciones simplemente porque no son tus ideas, y en este punto abrazo un único mandamiento, que para mi criterio, debemos reconocer en el otro, la empatía.
2.- Hablemos de acoso laboral, tanto hombres y mujeres, en algún punto de
nuestra profesión hemos sufrido esto, me ha tocado lidiar con personas de altos
cargos que no saben cómo tratar a un equipo de trabajo y cuando hablo de
conocimiento no se debe limitar a la parte técnica sino a la parte personal. Normalmente,
en las organizaciones no le dan la importancia que en verdad tienen este tipo
de situaciones, no entienden que la afectación va a depender de la forma de reaccionar
que tiene cada individuo. Muchas veces los jefes designan al personal a cargo a
lidiar con gerentes o clientes que ni ellos mismos están en la capacidad de
poder sobrellevar, quedando el jefe con salud mental y el personal a cargo
tratando de conseguir las mejores herramientas para combatir cualquier
circunstancia que puedan llegar a tener con este tipo de personas. En este
punto reflexiono y creo que la cuestión radica en que esas personas que llegan
a ser jefe y a escalar posiciones altas deberían tener capacitaciones
frecuentes de como tratar al personal que tienen a cargo, muchas de esas
personas tienen experiencia comprobada, técnicamente hablando, pero la parte de
liderazgo no todos la tienen forjadas.
3.- Tema maltrato psicológico, término que para mí es igual de importante
que el maltrato físico, es algo que siempre ha existido, que en el pasado, se
normalizaban muchas cosas que no estaban bien y ahora es un tema del que se
habla, que se menciona, que se le quiere dar visibilidad para generar
soluciones. Todo el mundo ha lidiado con personas que hacen comentarios poco
certeros, que su única misión es hacer daño y colocar a la persona en el debate,
mentalmente hablando, de si es cierto lo que dicen. Hay personas que no cuentan
con las herramientas necesarias para darse cuenta de que nadie, absolutamente
nadie externo a ti, sabe más de como eres tú, que tú mismo. Tú sabes mejor que
nadie cuáles son tus limitaciones y tus fortalezas y nadie puede llegar de la
nada a decirte algo. Creo que este punto es uno de los más importantes, el ser
humano debe darle la atención requerida porque creo que todos en algún momento
hemos estado de un lado y del otro.
4.- Religión, acá retomo la palabra discernir en lo que está bien y lo que está
mal, ninguna creencia puede avalar algo que conscientemente sabes que está mal.
En todo este tiempo he aprendido que cuando hay discriminación, injusticia,
maltrato, odio, guerras allí no está Dios. Uno de mis mejores amigos es ateo y
tiene dos principios básicos que creo deberíamos adoptar todos; no joder al otro
y aceptar las creencias o no creencias de los demás. Cuando se habla de
política y religión los matices son infinitos, los extremos, como en cualquier
aspecto de la vida, son malos y la gente siempre cree tener en sus manos la
verdad absoluta.
Que busco con este escrito, tal vez que las personas empiecen a pensar y a
debatir acerca de temas que los apasionen. Hace mucho tiempo me di cuenta de
que no se trata de cambiar al otro, sino por el contrario, de levantarme cada
día queriendo cambiar algo que este mal en mi con la esperanza de que si muchas
otras personas se suman a esto, tendremos un mundo mejor.